Por: Milagros Monge, Psicóloga de Clínica San Juan de Dios Lima
El ritmo de vida actual puede resultar estresante y agotador. Las responsabilidades, las reuniones interminables, los pendientes que se acumulan, todas las demandas laborales pueden llevar a un estado de agotamiento que se prolongue a través del tiempo y que puede alterar la personalidad y autoestima de una persona. A esta cronificación del estrés laboral se le conoce como Burnout.
¿Cómo reconocer este síndrome y diferenciarlo de tener un mal día o una mala semana? Además de la fatiga constante y el agotamiento físico y emocional, el Burnout causa también dificultad para concentrarse o tomar decisiones, cambios en los hábitos de sueño y en hábitos alimenticios, irritabilidad, cambios de humor, sentimientos de desmotivación, dolores físicos, sin causa aparente, lamento social, apatía, entre otros.
Aunque para muchos el Burnout es solo una novedad más, de la denominada generación de cristal, lo cierto es que este síndrome, reconocido en el año 2000 por la OMS (Organización Mundial de la Salud), puede afectar la calidad de vida, salud mental, e incluso, poner en riesgo la vida del individuo que lo padece.
El autoconocimiento será fundamental para poder abordar el Burnout, ya que nos ayudará a manejar de manera adecuada el estrés. Asimismo, aprender a identificar qué situaciones lo desencadenan y cuáles son los signos que se presentan, permitirá intervenir antes de que este se vuelva abrumador. Establecer límites saludables, delegar y aprender a decir “no” cuando sea necesario, tanto en la vida profesional, como en la vida personal, también será importante para priorizar nuestro bienestar mental y emocional.
La salud física también es básica e influye positivamente sobre el estrés. Por lo cual, se recomienda realizar ejercicios, mantener una alimentación saludable y respetar las 8 horas de sueño. Pasar tiempo en familia o amigos y realizar actividades que disfrute, también se aconseja para recuperar su equilibrio emocional, ya que el estrés crónico puede desencadenar o agravar los síntomas de la depresión. Por eso, es importante abordar el Burnout de manera efectiva, previniendo su evolución.
En caso de ser amigo, familiar o pareja de alguna persona que presente estos síntomas, lo más recomendable es la escucha activa, el validar sus emociones, ofrecer ayuda en tareas prácticas para aligerar su carga, recordarle la importancia de cuidar de su bienestar físico y emocional y por supuesto, animarlo a buscar ayuda profesional.