Descubrir Chile es dejarse llevar por sus paisajes y ciudades. Desde la energía cosmopolita de Santiago hasta la inmensidad del desierto de Atacama, la magia de la Patagonia, el encanto costero de Valparaíso y la tradición vinícola, Chile se reafirma como uno de los destinos más diversos y vibrantes de América Latina.
Entre enero y junio de 2025, Santiago de Chile alcanzó más de 30 millones de búsquedas de alojamientos en la plataforma, representando un aumento de casi el 30% en consultas locales y casi el 20% en internacionales (especialmente en Latinoamérica), en comparación con el primer semestre de 2024.
El país austral ha ganado reconocimiento como destino por la variedad de experiencias que ofrece, incluyendo barrios llenos de historia, vida cultural y paisajes naturales que invitan a explorar su diversidad.
Chile despierta el interés de los viajeros peruanos y aumenta sus búsquedas
Los datos de la plataforma Airbnb destacan que, desde Perú, las principales ciudades que generan más búsquedas hacia Chile fueron:
Cusco, Máncora, Punta Sal, San Antonio y Chaclacayo, reflejando el atractivo de Chile como destino cultural y natural para los viajeros peruanos. Además, con relación a reservas, los viajeros de Lima, Arequipa, Trujillo, Huarochirí y Cusco, fueron los que más se quedaron en Chile durante el primer semestre de 2025.

Chile y Santiago: un viaje entre tradición y modernidad
Chile ofrece una diversidad única que se vive desde lo urbano hasta lo natural: recorridos por viñedos, mercados locales, museos y barrios históricos que conviven con murales y expresiones culturales en cada rincón. Los viajeros, tanto nacionales como internacionales, buscan experiencias que conecten con la gastronomía, el café de especialidad, el vino, la cultura urbana y el patrimonio que define su identidad.
Conozca algunas de las experiencias disponibles en la plataforma Airbnb, organizadas por locales:
- Descubra la tradición chilena con degustaciones
- El tour gourmet
- Crea tu joya en plata en Réve
- Prepara la famosa empanada de pino
En este contexto, Santiago se consolida como la puerta de entrada al país y, al mismo tiempo, como un destino en sí mismo. Más que una ciudad, se muestra como un espacio de descubrimiento cultural, culinario y creativo para los viajeros latinoamericanos.
Su energía, su capacidad de reinventarse y la calidez de su gente la hacen una capital vibrante y auténtica en la región.