Pese a la expectativa por su regreso, Ticketmaster anunció la cancelación del concierto de Bad Bunny en Minnesota, según indican medios locales, debido a la baja venta de entradas debido a los elevados precios.
El show que iba a realizarse el 23 de marzo en el Target Center fue cancelado a pocos días del evento, luego de publicarse un comunicado de la ticketera anunciando el reemolso de las entradas.
«Lamentablemente, el organizador del evento tuvo que cancelar su evento. Se procesará según el método de pago original utilizado al momento de la compra, cuando se reciban los fondos del organizador del evento, lo que se completa en 30 días”, postearon en sus redes oficiales.
“Si el organizador del evento ofrece una opción de crédito, será visible en los ‘Detalles del evento’ de su pedido, que se puede encontrar en su cuenta de Ticketmaster», se lee en el comunicado sobre el concierto de Bad Bunny.
La razón por la que el concierto del ‘Conejo malo’, según el medio Star Tribune, fue la baja venta de entradas debido a los elevados precios de la mayoría de los asientos.
A principios de esta semana, las entradas disponibles para el estadio parecían estar vendidas a menos de la mitad, con asientos disponibles en todo el recinto con precios que oscilaban entre 122 y más de 600 dólares.
Bad Bunny denunció a un fan
El artista portorriqueño Bad Bunny inició un proceso legal contra un fanático por grabar un video durante uno de sus conciertos en Estados Unidos y subirlo a su canal de YouTube sin consentimiento del artista.
El demandado, Eric Guillermo Madronal Garrone, fue acusado de grabar y divulgar en su canal de YouTube (MADforliveMUSIC), sin consentimiento, las canciones interpretadas por el artista puertorriqueño durante el evento.
Según el medio TMZ, el popular ‘Conejo malo’ está reclamando una indemnización cercana a los 150 mil dólares por cada uno de los videos publicados, además de exigir la prohibición de la difusión libre del contenido en la plataforma.
La demanda argumenta que Bad Bunny él es el único propietario de los derechos de su música en vivo y que Garrone carecía de autorización o consentimiento para registrar y compartir sus presentaciones.
El cantante sostiene que se está utilizando su nombre y su música para atraer la atención y obtener beneficios económicos mediante la publicidad en YouTube.
Aunque hubo un primer intento por parte de Bad Bunny de eliminar los videos de YouTube mediante una solicitud bajo la Ley de Derechos de Autor, Garrone logró recuperarlos, pero al darse esta situación, el artista decidió llevar el caso a los tribunales.