Por la suma de 58 millones de dólares, la cantante Adele se hizo propietaria de una enorme mansión de más de 14.000 metros cuadrados, en Beverly Hills, y que hasta hace poco era de propiedad de nada más y nada menos que del actor Sylvester Stallone, informó la revista ¡Hola! en su edición de Estados Unidos.
Ubicado exactamente en la exclusiva zona de Los Ángeles de North Beverly Park, un barrio donde Adele tendrá como vecinos a gran número de famosos y millonarios, este predio tiene un estilo mediterráneo en sus dos plantas con una vista impresionante.
La nueva propiedad de Adele tiene, entre otras comodidades, un gimnasio muy bien equipado, una sala de cine, una sala de fumadores con un sistema de filtración de aire, así como un bar que tiene una salida hacia un bonito jardín.

Pero eso no es todo, la mansión de Adele en Beverly Hills también tiene una gran piscina infinita, un spa, un estudio de arte y una cochera para ocho vehículos. En total son seis dormitorios y nueve baños, incluida la suite principal que tiene un sauna privado, que están dentro de la mansión. Un capricho que dio la intérprete Rolling in the deep para iniciar el 2022.
Según el informe de ¡Hola!, el precio inicial de la casa de Sylvester Stallone era de 110 millones de dólares, pero debido a la falta de compradores este fue reducido a 80. Cuando Adele encontró el inmueble, comenzó las negociaciones y logró que tuviera una rebaja considerable y llegue a pagar 58 millones de dólares.

Por su parte Sylvester Stallone, el recordado Rocky, se hizo propietario de una casa en la exclusiva zona de Palm Beach, en Miami, donde tiene como vecinos a Bill Gates y Rod Stewart. Por dicha compra, el actor habría desembolsado casi 30 millones de euros por el inmueble de casi 1000 metros cuadrados.