Sin duda, las pastas son los alimentos más consumidos alrededor del mundo gracias a su practicidad y rapidez, pero en muchos casos nos quedan algunas porciones precocidas de esta masa que no sabemos qué hacer para que nos duren frescas por unos días más.
Aunque no lo creas, existen tips súper sencillos que te ayudarán a mantener por un largo tiempo esa pasta que cocinaste y no usaste para que la puedas disfrutar tus fideos en el momento que desees junto a tu salsa favorita.
Para ello, primero e inmediatamente después de que esté cocida debes separar la pasta que vas a utilizar ese momento luego, la otra parte que vas a guardar colócala en alguna fuente y báñala con un chorrito de aceite de oliva o pedacitos de mantequilla que se derretirán con el calor.
Una vez fría, pon los fideos dentro de una bolsa plástica, si es hermética o ziploc mucho mejor, y llévala directa a la refrigeradora por un máximo de tres días. Es importante que coloques un sticker con la fecha de envasado para que puedas controlar los tiempos.

Cuando decidas utilizarla, simplemente colócala dentro un tazón con agua. La temperatura del líquido dependerá de tu gusto, pues si deseas consumirla caliente lo recomendable es ponerle agua caliente o viceversa.
Un paso importante es que no retires al almidón que salió a flote. Es la esencia de los fideos y se encargará de empaparla mejor con la salsa que vas a usar por ello, no se recomienda enjuagarla con agua en un colador, usa este implemento solamente para quitar el agua donde la colocaste.
Llegó el momento de unirla con la salsa, mezcla tu pasta en el recipiente donde la estás cociendo. Mézclala bien y añade un poquito de agua justo cuando esté hirviendo y de manera lenta. Con este paso, tus fideos no quedarán duros.
Para culminar, realiza un movimiento fuerte para que se mezclen los sabores y la pasta esté bien impregnada de la salsa. Hazlo despacio para que no se quiebre, sirve y listo. A disfrutar.
