Escribe: Omar Amorós || @amoros.pe
Poco se sabe en sí de la vida privada de Miguel Bosé, la cual siempre ha mantenido en reserva o mejor dicho oculta tras bambalinas. Lo más reciente fue en 2011, cuando nacieron sus mellizos Diego y Tadeo, siete meses después Ivo y Telmo todo a través de un vientre de alquiler con el material biológico de su entonces pareja el escultor Ignacio Palau, quien, luego de 26 años de relación (y permanecer bajo las sombras) lo demandó por la manutención y custodia de sus cuatro hijos.
Pero retrocedamos varios años atrás en la vida del intérprete, compositor y actor. Hijo del celebrado torero Luis Miguel Dominguín y de la bellísima actriz italiana Lucía Bosé, nació en Panamá el 3 de abril de 1956, al terminar sus estudios en el liceo francés de Madrid y antes de descubrir su vocación por la música viajó a Londres persiguiendo su otra gran pasión: el baile por el cual decide vivir en París, Roma y Nueva York dedicado al teatro, la comedia musical y el cine.
El hijo del Capitán Trueno
A todo esto, ¿qué sabemos de su infancia y adolescencia antes de meterse de lleno en el mundo de la música? Poco o casi nada. Eso el propio Bosé lo remitió al presentarle y en su mundo autobiográfico: El hijo del Capitán Trueno (sello Espasa, editorial Planeta, 2021), su historia centrada en el periodo en que era “Miguelito”, “Miguelón” o “Miguelino” y no Miguel Bosé, hasta el momento en que a los 21 años se subió por primera vez a un escenario en el programa Esta noche… fiesta.
La idea de que El hijo del Capitán Trueno se basara en la infancia de Bosé fue una sugerencia de su amigo, el escritor colombiano Juan Esteban Constaín, quien incentivó y ayudó a que la escritura del libro sea como un relato de las aventuras de ese niño que en algún tiempo fue. El propio cantante lo expresa en conferencia de prensa para Latinoamérica por la presentación del libro: “Bosé recuerda, sacude la memoria y a los personajes, pero el libro lo cuenta ‘Miguelito’, con la memoria sensorial que solo tiene un niño”.
No quiso nunca ser marinero
El hijo del Capitán Trueno aparte de ser el nombre de la autobiografía de Miguel Bosé también lo es de una canción del intérprete del 2002, cuya dos primeras estrofas nos cuentan mucho de él:
“Nunca fue un hijo digno del padre, salió poeta y no una fiera, hijo de su madre. El hijo del capitán trueno no quiso nunca ser marinero, no se embarcaba en aventuras, levantaba dudas”
Extracto del libro El hijo del Capitán Trueno
Una de esas aventuras en la cual Miguel no quería ser protagonista, pero que lo fue por la brutalidad con la que lo trató su padre es contada con detalles en uno de los capítulos del libro. Dominguín lo lleva a la fuerza a un safari en África para que así se convierta en hombre (con tan solo 7 años) y en donde la pasa muy mal y se enferma de malaria hasta llegar a punto de morir, y todo por irresponsabilidad del torero. Ese viaje –como lo cuenta el propio Bosé- le sirvió a su padre para que se diera cuenta que su hijo no se parecería nada a él ni a su familia, y a Miguel le sirvió para conocer el desprecio que él sentía por eso y desde entonces siempre sintió un gran pánico hacia el torero.
En una de sus tantas entrevistas Miguel dijo en relación a sus padres: “Es más difícil ser hijo. Para mí, no sé a nivel general. Sé que hay gente a la que le es incómodo ser padre, que no sabe cómo manejar las cosas. A mí eso no me pasa. Para mí fue difícil ser hijo porque, date cuenta, tuve que sobrevivir a dos monstruos sagrados, que tenían sombras muy largas y todo lo eclipsaban”.
A pesar de todo lo que vivió con su padre -y su madre también, por su azarosa vida- Miguel supo perdonar sus errores antes de la muerte de ambos.
