Cada vez son más las personas que optan por tener alguna planta en casa para que los acompañe o, simplemente, darle un toque especial al ambiente que comparte diariamente siendo las cintas, los ejemplares perfectos para aquellos que quieren iniciarse en la jardinería.
De largas hojas verdes con manchas blancas, es fácil de reconocerla gracias a este contraste que la hace única, pero sobre todo porque es una de las plantas que pueden ayudarte a purificar el aire en pocas horas.
Su fácil cuidado la considera como un objeto del deseo de los nóveles amantes de la jardinería, pues soporta muy bien la humedad, algo que la hace ideal para que adorne tu cocina o el mismo baño.

Pero, ¿cómo le damos buenos cuidados?
Solo necesitas cuatro pasos básicos para que tu cinta esté más reluciente que nunca. Pasos sencillos que no te tomarán mucho tiempo y que tu planta te agradecerá enormemente.
- Iluminación: no necesita luz directa debido a que sus hojas se pueden secar. Ubica tu cinta en semisombra.
- Temperatura: la cinta aguanta temperaturas mínimas de -2 °C y máximas de 30 °C.
- Agua: durante el verano, tu cinta debe recibir un riego frecuente en verano y en invierno, este debe ser moderado.
- Drenaje y abono: la tierra de tu cinta debe permanecer húmeda y para que crezca mejor, abónala en primavera y verano cada dos semanas mientras que, en otoño e invierno realiza esta actividad una vez al mes.
Combatiendo plagas y enfermedades
La cochinilla y los pulgones son los enemigos número uno de tu cinta, insectos que los puedes eliminar sin mayor problema con un insecticida.
Si a nosotros el verano nos puede generar algún golpe de calor, la cinta no esquiva a este shock motivo por el cual, es recomendable colocarla dentro de la casa apostando por un espacio húmedo y frío para que la planta esté contenta durante esta estación.
