Durante el último mes, una de las películas que más expectativa ha creado ha sido ‘Duna 2’, la secuela de la película protagonizada por Timothèe Chalamet y Zendaya, bajo la dirección de Denis Villeneuve (nominado al Oscar por ‘Arrival’)
Esto no solo se debe a la gran campaña de promoción que llevó a los protagonistas a todos los programas de televisión en Estados Unidos y Gran Bretaña o por los fastuosos vestidos que lucían en cada alfombra roja, sino también por el éxito en taquilla y críticas de su primera entrega, además de la esperanza de ver crecer una nueva franquicia.
Revista Review pudo asistir a la Avant Premiere de ‘Duna 2’ en Perú para disfrutar de uno de los espectáculos más grandes de la industria cinematográfica en los últimos años.
Si bien es cierto, hemos visto grandes producciones como ‘Avengers: Infinity War o End Game’, así como el encuentro de 3 generaciones con ‘Spider-Man: No Way home’. Sin embargo, el público ya demandaba la construcción de un nuevo universo de la talla de ‘Star Wars’ o ‘Avatar’. Y podemos decir que ‘Duna 2’ lo logró.
Quienes estuvimos en la sala podemos decir que no solo disfrutamos de una película, sino que nos sumergimos en un universo por completo, en una experiencia que nos trasladó a Arrakis y el misticismo, suspenso y geología que lo envuelve.
Contrario al conflicto político que sirvió de eje en la primera entrega, esta vez la historia nos lleva a explorar otras facetas de las culturas que habitan este planeta. Uno de ellos, quizás el principal, fue el religioso, del que se desprende la trama principal de este título y que lleva a cada personaje a tomar sus propias decisiones y a desarrollarse.
La forma en la que se adapta la analogía de la llegada de un mesías que traerá paz al mundo es perfecta, no solo de la biblia al libro o del libro a la película, sino también de la película al espectador -por más redundante que suene- porque te invita a cuestionar la fe de los creyentes, el pesimismo de quienes no creen y la posición de el salvador del pueblo.
Pero lo que no puede faltar en una película de este tipo, es la construcción del universo. Y no hablamos necesariamente del cosmos, aunque aquí sí se aplique el caso, sino de cada elemento que compone una historia interestelar.
Cada una de las razas, casas o pueblos están definidos a detalle, desde sus costumbres, sus ritos, sus creencias hasta sus características físicas. Eso hace que la película tenga mayores matices y que cada personaje pueda presentarnos una mejor estructura.
Un claro ejemplo, sin entrar en spoilers y solo mencionando algo mostrado en el tráiler, es el efecto que produce el sol negro de la Casa Harkonnen, que nos muestra una colorización en blanco y negro que resalta la barbarie y ferocidad de sus costumbres.
Lo mismo sucede con los rituales de los Fremen, estos hombres y mujeres que se han mimetizado con la arena del desierto en el que habitan y del que utilizan no solo su geología, sino también su biología.
La espectacularidad es otra pieza fundamental de ‘Dune 2’. Desde la impactante aparición de cada uno de los gusanos gigantes, que son utilizados por el director para mostrarnos la evolución del protagonista, pasando del miedo que imponían en la primera entrega, a su control en la segunda.
También destacamos las escenas de combate, cada una trabajada de manera pulcra y que convierte los choques de espadas y apuñalamientos en casi una danza mortal, entre los combatientes.
‘Dune 2’ no deja de lado la ‘humanidad’ que siempre debe existir en un personaje para conectar en el público. Nos muestra la fortaleza y debilidad que se puede encontrar en el amor, la tentación de la sexualidad, el desenfreno que genera el poder, el infortunio de la codicia, entre otros elementos.
Hablar de las actuaciones del elenco es necesario. Timothèe Chalamet nos presenta a un Paul más firme, que va encontrando su solidez durante el desarrollo de la cinta y que ve apoyado su equilibrio en su pasado, sus visiones, su ascendencia, el amor, en su rol como supuesto mesías y en la ambición de su madre.
Zendaya por su parte es la conexión entre el protagonista y el espectador. A través de ella entendemos sus emociones, su evolución, sus tentaciones y el impacto de sus decisiones, mientras nos refleja cuáles serán cada una de sus consecuencias.
Una destacada mención para Austin Butler por la construcción del personaje de Feyd-Rautha, el sanguinario sobrino del barón Vladimir Harkonnen, que se convierte en la cinta de la meta de Paul en esta entrega, aunque regalándonos en el camino mucha carga de acción, suspenso y rudeza.
Rebeca Fergunson mantuvo el camino que debía recorrer Jessica Atreides de manera muy pulcra, algo que es importante para la cinta, lo mismo que Josh Brolin con Gurney. En tanto, Javier Bardem y su interpretación de Stilgar fueron fundamental para entender la religiosidad de los Fremen.
Otra destacada mención para Florence Pugh, que ingresó a la saga con participaciones breves pero claves, al igual que Léa Seydoux.
Para nosotros está más que claro que estamos frente a lo que podría ser una de las grandes franquicias cinematográficas de las próximas décadas. Las críticas y puntajes han sido más que acertadas y nos unimos felicitando la ejecución perfecta de una adaptación y construcción de universo cinematográfico.
‘Duna 2’ estrena este 29 de febrero en todas las salas de cines en el Perú.
