El entrenamiento físico se convirtió en una poderosa herramienta para romper barreras sociales y culturales, al tiempo que fortalece otras habilidades. Uno de los espacios donde todos podemos reforzar estos beneficios son los gimnasios y hoy, están habilitados para recibir a personas con discapacidad que desean entrenar.
Según una encuesta realizada por CPI, sólo el 16,3% de las personas con discapacidad realizan actividad física de intensidad moderada o vigorosa durante al menos 150 minutos a la semana, lo cual es significativamente menor que el 30% de la población general que se ejercita con dicha frecuencia.
Uno de los gimnasios en Perú que tiene un programa especial para personas con capacidades diferentes es Bodytech, donde sus entrenadores nos comparten algunos beneficios que todos tenemos al momento de hacer ejercicios en un lugar seguro e implementado de manera correcta.
Fomentan la diversidad
Los gimnasios inclusivos promueven la participación de personas con distintas necesidades al atraer a una amplia gama de miembros de la comunidad. Esto crea un ambiente en el que las personas de diferentes orígenes, edades y habilidades pueden interactuar y aprender unos de otros.
Impulsan el bienestar
El ejercicio regular es fundamental para mantener una buena salud. Los gimnasios inclusivos fomentan la participación de personas con diferentes necesidades y habilidades, lo que contribuye a una población más saludable en general.
Promueven la accesibilidad
Estos espacios están diseñados teniendo en cuenta las facilidades para el desplazamiento de las personas, lo que significa que están equipados con máquinas que pueden ser utilizadas por todos. Esto elimina barreras físicas y permite que más gente se beneficie de la actividad física.
Concientizan a la sociedad
Al ofrecer programas y servicios inclusivos, los gimnasios pueden educar a los demás sobre las necesidades y desafíos de este grupo y otras minorías. Esto fomenta la concienciación y la empatía.