El mundo ha despertado con la noticia del delicado estado de salud de la Reina Isabel II. La monarca, que hace tiempo que experimentaba «problemas de movilidad», ha empeorado desde que el martes recibió en Balmoral a Boris Johnson, quien le presentó su dimisión como primer ministro, y su sucesora, Liz Truss, a quien encomendó la formación de un Gobierno.
La situación ha llevado a muchos a pensar en las medidas que se tomarán en caso del fallecimiento de la reina. Esta situación tiene un protocolo ya establecido que define cuáles son las acciones inmediatas.
En el preciso instante en el que el ministro británico reciba el mensaje “El puente de Londres ha caído” o “London Bridge is Down”, sabrá que la Reina Isabel II ha fallecido.
Este es el protocolo que se utiliza en caso de muerte de quien esté al mando de la Corona británica, el cual fue revelado hace dos años por el portal Político
Denominado como “El Día D”, el día comenzará con una cascada de llamadas y correos electrónicos a funcionarios y ministros de relevancia. Estos correos ya están escritos y preparados para cuando llegue el momento.
«Estimados compañeros, es con tristeza que les escribo para informarles de la muerte de Su Majestad la Reina», escribirá el secretario del gabinete (el funcionario de mayor rango en el Reino Unido) a los ministros.
Una vez sea enviado este mensaje, todas las banderas Whitehall (de la zona parlamentaria) deberán bajar a media asta en 10 minutos.
Luego de esto, los medios de comunicación recibirán una notificación oficial emitida por la Casa Real para que los ciudadanos británicos sean informados.
La primera ministra será la primer integrante del gobierno en hacer la declaración, mientras que el resto de miembros deberá mantenerse en silencio. En tanto, en el parlamento británico, así como las cámaras autónomas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte cesarán su actividad.
Además, se anunciará un minuto de silencio a nivel nacional y el Ministerio de Defensa disparará salvas desde diversas ubicaciones en honor a la Reina Isabel II.
El protocolo “London Bridge is Down” también incluye un protocolo exclusivo para redes sociales, con la prohibición de retuits en cuentas oficiales y contenido no urgente.
Los perfiles oficiales del Gobierno, así como la web oficial de la familia real, se teñirán de negro, como muestra del luto nacional.
La primera ministra, por su parte, también deberá asistir a una audiencia con el nuevo rey, que en este caso sería Carlos, y acudirá al servicio conmemorativo que la Catedral de San Pablo albergará en honor a la reina, en una ceremonia íntima.
Finalmente, el protocolo también determina las acciones dependiendo el lugar de la muerte de la Reina Isabel II. Si ella muere en Sandringham, su ataúd llegará en un tren y será recibido por la primera ministra en la estación londinense de St. Pancras.
En caso suceda en Balmoral (Escocia), se llevará a cabo la operación “Unicorn”, donde se llevará a la reina por tren a Londres. En caso no sea posible, se activará la operación “Overstudy”, que determina el traslado de la reina por avión.
En el segundo día de luto, el féretro con la reina regresará al Palacio de Buckingham, y en el quinto marchará en procesión hasta el palacio de Westminster. Allí, permanecerá hasta el octavo en una caja elevada y abierta al público durante 23 horas al día.
El acto se llevará a cabo en la Abadía de Westminster y la monarca será enterrada en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI del Castillo de Windsor, junto a su esposo, el recientemente fallecido duque de Edimburgo.
Es importante mencionar que este día, el «Día D+10» será declarado como día festivo. Las noticias de salud de la Reina Isabel II aún mantienen en alerta al mundo, ya que su muerte podría marcar el final de una era y el inicio de una etapa muy álgida para la corona británica.
