Escribe Omar Amorós @carlomar
El arte del teatro es maravilloso y enaltecedor. Se debería inculcar siempre en nuestros pequeños. Teatro La Plaza siempre lo entendió y a través La Plaza Joven y de la mano de doña Els Vandell encargada de la adaptación y concepto escénico de la clásica historia latinoamericana Mi Planta de Naranja – Lima del novelista brasileño José Mauro de Vasconcelos logra llevar a otro nivel el teatro hecho para niños (y los adultos como alma de niños).
Esta original propuesta que ha tenido una buena recepción tanto de crítica como de público llega a su fin este fin de semana y nos podemos dejar de hablar de ella y usted de ir a buscar entradas para que lleve a sus hijos a viajar por un mundo donde títeres dan vida a personajes que les enseñarán una gran historia de vida y donde aprenderán a participar, creerse y dejarse llevar por una convención teatral que llama y conmueve.
Como el amor salva
Conversamos después de un buen tiempo con la directora de esta puesta, doña Els Vandell quien nos contó sobre lo que significó para ella esta nueva obra.
En Mi Planta de Naranja – Lima se ve representada la voz verdadera de un niño. José Mauro de Vasconcelos, el autor autodidacta que relata su propia infancia de una forma absolutamente honesta, conmovedora e inocente, y en la cual vemos reflejada en la historia de Zezé a toda la infancia de Latinoamérica que se encuentre en estado vulnerable.
“Aparte de la historia en sí de Zezé, me conmovió algo que es muy importante para el adulto: como un niño nos puede hacer reír con una frescura y una inocencia que a la vez nos remueve y nos hace pensar, pero también nos alivia y consuela”.
“Si bien la obra narra la relación de un hombre adulto con un niño, que hoy en día se puede ver como un tema delicado por la mala imagen que muchas veces existe, de peligro, vulnerabilidad y abuso, esta es muy bien tratada en el personaje de Portuga que se hace amigo del niño Zezé, ya que le regala, por un breve tiempo, en un momento crucial del desarrollo de este pequeño, la educación y ternura que necesitaba. Esa relación es muy delicada, pero sí he logrado que se vea de forma positiva porque he concentrado la obra en el proceso de aprendizaje del niño”, señala la directora.
El verdadero mensaje de la obra (tanto del libro como la puesta en escena) es lo que hay detrás de esa relación: Zezé – Portuga: como con un poquito de compasión y educación un niño puede salvarse (en el caso del autor llegó a adulto y escribió su propia historia).
Mundo reciclado
“Otro de los mensajes que quisimos dar con esta propuesta es la relacionada con estos tiempos de cambios climáticos que estamos viviendo. Por eso la Plaza Joven, espacio donde se pone en escena la obra ha decidido ser absolutamente sostenible con el uso de los materiales con los cuales trabaja. Asi surge Un planeta por descubrir que es una iniciativa, una experiencia que está disponible para llevar a las escuelas, eventos y demás y que consiste en hacer que el público entre a un mundo creado con solo material reciclable y aprendan a crear personajes y objetos para ese espacio que luego ya el niño puede llevarse a su casa”, señala Vandell.
“La empresa Carvimsa, que es totalmente sostenible, decidió apoyarnos y logramos con ello hacer Mi planta de Naranja – Lima con una escenografía totalmente hecha de cartón reciclado. También se hicieron con ese material elementos y personajes de la puesta como la reina Carlota, el automóvil de Portuga y los muebles de la familia de Zezé. Todo este mundo mágico”.
Mundo de títeres
Como holandesa de nacimiento, doña Els ama el teatro de títeres, objetos y máscaras. Ella había visto el trabajo con títeres de una actriz chilena y cuando ya estaba creando el mundo de Mi planta de Naranja – Lima se preguntó ¿quién hará de Zezé?
“Un niño. ¿Cómo hago actuar a uno de 5 años? ¿Un adulto? No me lo voy a creer. A mí no me gusta que los adultos actúen de niños. Por eso nació la idea de usar títeres, pero que tenían que ser tan humanos y reales que pueda yo como espectador identificarme con ellos como si fueran de verdad. Y el teatro es maravilloso y mágico por eso”.
Así la nació la idea de crear títeres de tamaño humano para los personajes más importantes, pero a la vez de contar con el actor que manipula el títere, es decir que esté presente en el escenario vestido de negro y se pueda ver la maravillosa sincronía que se forma cuando el actor trasmite su interpretación al títere.
Con un talentoso elenco conformado por Pierina Pirotta, Gina Yangali, Alejandro Villagomez, André Portugal y Francisco Luna. Todavía tiene la posibilidad de llevar a sus pequeños y no tan pequeños niños a las dos últimas funciones de este sábado 15 y domingo 16 a las 4:00 p.m. al Teatro La Plaza (Centro Comercial Larcomar, Malecón de la Reserva 610 – Miraflores).
