Según la Organización Mundial de la Salud, el objetivo principal de la estimulación temprana es beneficiar las habilidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales de los niños. Una de las herramientas más efectivas y beneficiosas para lograr este objetivo es a través del juego que los niños aprenden a usar estas capacidades y a potenciarlas de manera lúdica, incrementando su autoestima y su desarrollo intelectual y motriz.
En este contexto, los expertos de Happyland Perú comparten algunos tips para que estimules tempranamente a tu pequeño a través del juego y así, prepararlos para los retos de la vida.
El juego como vehículo de aprendizaje
El desarrollo del juego como estrategia de aprendizaje permite que los niños vayan creando sus propios conocimientos a través de la experimentación y exploración. Asimismo, el juego ayuda a desarrollar el intelecto y a entender distintas situaciones para anticiparse a los acontecimientos y resolver problemas. Por tanto, fomenta la capacidad de elaboración de estrategias para llegar a un objetivo.
Estimula las emociones
El juego contribuye a que los niños puedan expresar de manera segura sus emociones. A través del juego, los niños aprenden a lidiar con sus emociones a medida que juegan: sea para hacer frente al miedo, la frustración, la ira, la alegría, la emoción, Etc., durante el juego. También es una oportunidad para que practiquen la empatía y la comprensión.
Fortalece la actividad física
La actividad física fortalece las habilidades motoras de los niños y a su vez, potencia la construcción de conexiones neuronales. Uno de los juegos más adecuados para que los niños estimulen su actividad física, es el “Trampoline Park” en “Happyland Adventure”, donde a través de trampolines interconectados, con diferentes tipos de actividades, una piscina de foam pit y toboganes, los niños y niñas, y adolescentes, pueden generar actividad física y habilidades psicomotrices.
Juegos como elemento liberador
El juego es libre y voluntario, en el que nadie participa de manera obligatoria. Su esencia está en demostrar gusto o enfado, control de emociones e impulsos. Es una actividad cognitiva relativamente compleja, pues lleva a los niños a un mundo lleno de ficción donde aparece el pensamiento creativo del niño.