Cocinar es una de las labores domésticas más divertidas donde no solo lo haces para alimentarte, también para agasajar a tus seres queridos, pero en muchos casos solo usamos una parte del ingrediente y el resto es desechado.
Si hiciste una rica ensalada de brócoli y no sabes qué hacer con los troncos o tienes listas unas crocantes papas fritas y deseas darles una segunda vida a sus cáscaras, aquí te mostraremos unos consejos para que sepas cómo aprovechar al máximo tus vegetales.
Poro
El poro tiene un tramo verde que es igual de tierno que el tramo blando, y además su sabor es más suave. Al mismo tiempo, sus hojas, aunque parezcan duras, son comestibles.

Betarraga
Los tallos y las hojas de la betarraga poseen un sabor más suave y los tallos, no son tan fibrosos como las hojas de las acelgas por ello, puedes consumirlas crudas o en algún jugo, batidos incluso, en diversas recetas más.

Papa
La cáscara de papa es uno de los desechos orgánicos que más abundan, pero puede ser una gran aliada para darle un sabor especial a tus preparaciones. Dejar el tubérculo completo para cocinar un caldo o fondo o freír papas con piel, son algunas de las recetas ideales para que la aproveches.
Cabe destacar que las cáscaras de los alimentos están llenas de nutrientes y vitaminas para nuestro organismo motivo por el cual, es recomendable consumir frutas y verduras con todo y piel.

Brócoli
Es muy probable que ‘peles’ el brócoli y elimines el tronco. Grave error, porque está lleno de fibra y nutrientes que son muy beneficiosos para nosotros.
Con el tronco del brócoli puedes preparar un delicioso soufflé o unas torrejitas, siempre quedará perfecto en cual quiera sea su preparación.

Hojas
Puedes aprovechar al máximo las hojas y tallos de la espinaca, acelga, lechuga, apio, entre otros, porque todo su cuerpo es comestible.
Aparte de ser tiernos y suaves, los tallos son deliciosos para consumir en cualquier preparación como saltados, sopas, ensaladas y en todo lo que te imaginas.
