Hablar de Jurassic World no solo es hablar de lo trabajado desde el 2015. Los fanáticos de la franquicia de Steven Spielgberg que nos abrió las puertas de un mundo prehistórico que jamás pensamos ver en pantalla, sabemos que todo inició con la primera trilogía.
Eso nos lo deja en claro «Jurassic World: Dominion», que hace mucho más que concluir la historia que protagoniza Chris Pratt, sino también aquella que inició con Jurassic Park.
En esta reseña SIN SPOILERS, queremos contarles un poco de nuestra apreciación de la película. Desde el primer minuto, podemos entender algo que no se aleja de la realidad: El mundo ha cambiado y no necesariamente porque así lo quiso la naturaleza, sino por los errores del ser humano que tiende a querer controlar la vida misma.
Esto ha generado un grave problema en el ecosistema, lo cual sienta un escenario ideal para la cinta. Aunque nos consideramos seguidores de esta franquicia, o quizás esto es lo que nos lleva a pensar esto, debemos decir que la película no termina de resolver o de darle una explosión final a la historia.
Lo que sí hace es alimentarnos por completo la nostalgia y la necesidad de tener ante nuestros ojos toda esa magia que siempre tuvimos.
A eso, debemos sumarle la presencia de la trilogía original: Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum, que cruzan sus caminos con los de Owen (Chris Pratt), Claire (Bryce Dallas Howard) y Maise (Isabella Sermon) para un, no sé si llamarlo crossover, pero sí mixtura increíble que nos demuestra que, aunque los años y los rostros cambiaron, la esencia de esta franquicia se mantuvo.
Esa es, tal vez, la principal arma a destacar de esta cinta. La misma que, tal vez, no relució a punto máximo ese suspenso al que nos tiene acostumbrados o que, a raíz de eso, debió innovar algunas ideas para que lo trillado no baje la sorpresa. Aun así, es una película que disfrutarán de principio a fin.